BOXEO ARGENTINO

20 a 1

Sabor a nada. Frases falsas, de ocasión, carnadas de tontos. Fue lo que dejó el empate entre Castaño y Charlo por la corona unificada superwelter en Texas. De pelea histórica a negoción inaceptable.

Por GUSTAVO NIGRELLI (especial para A la Vera del Ring).

No; no estamos contentos los argentinos con el fallo de la pelea de Castaño, colegas de ESPN, no subestimen. No por el empate en sí, sino por lo injusto y deshonesto, aunque haya sido “funcional” a todos.

Tampoco era el mejor resultado que podría obtenerse de visitante en la casa de Charlo, como declaró Alan Castaño –hermano del Boxi-. ¿Por qué esa mentalidad conformista y perdedora? ¿Quién le lavó la cabeza, o le doró la píldora?

¿Por qué aceptaron tan mansamente el empate en el equipo? ¿En serio quedaron conformes? ¿Qué le dijo al oído Sebastián Contursi –su mánager- a Brian, después del anuncio de ese pésimo fallo? –Pésimo fallo por no decir robo, que lo fue. No porque hubiera tanta diferencia de puntos, sino por la claridad incuestionable de los obtenidos-.

¿Le habrá dicho: “tranquilo, no protestes que quedaste muy bien visto, pedí la revancha, que nos dan más guita; agradecé a fulano y a mengano”?

¿No le molestó a Contursi el fallo? ¿Ni un esbozo de disconformismo, cuando en el país las redes sociales trinaban de bronca, y eso que nadie cobra un peso por el triunfo de Castaño? ¿Ni una mueca, cuando en el pesaje casi se agarra a piñas con Jermall –hermano gemelo de Jermell- por un “problemita” en los guantes?

No estaba “muerto” el otro, Carlos –padre y DT de Brian-, como le dijo cancheramente a su hijo en el descanso del 9º al 10º, bebiéndole el agua de la botella, relajado, como si estuviera todo bajo control. En el boxeo –y más en este nivel- nunca hay que subestimar al otro, sin por eso temerle. Ahí se escapó la pelea. Justo al round siguiente, el 10º.

Hasta entonces sólo el 2º había perdido el Boxi. El resto (8 asaltos) había sido una mezcla de dominio y paliza. Si no lograba un KO, las matemáticas no le daban a Charlo, ni a los jueces, por más rounds “de campeonato” que hubieran, ya que valen todos lo mismo. Por eso las tarjetas fueron pésimas todas, aun la que le dio ganador a Castaño por ¡1 punto! (Weisfeld), que dio 10 x 8 en el 10º sin caída, cosa que nadie hace, salvo que quieran manipular algo.

Ni hablar el que dio empate en 114 (Cheatham). La del 117-111 (del antiargentino Nelson Vázquez) es directamente para el retiro de licencia y sumario interno. ¿Pero quién tomaría esa medida? ¿Los organismos internacionales que lo designaron para eso, beneficiarios directos, ya que ahora tienen en puerta una revancha por mayor bolsa, con su respectivo cobro arancelario con aumento, al ir a porcentaje de las mismas? Y si no hay revancha, al menos generaron interés en una categoría que venía chata.

¿Después estos tipos son los que no quieren poner en práctica el medio punto porque dicen que sería más fácil manipular las tarjetas? ¿Y ahora qué? Fíjense lo poco que les cuesta con el punto entero. Para el corrupto o inepto –una de las dos- de Nelson Vázquez el 1º (donde Charlo no tiró una mano) fue igual al 10º, en donde lo estuvo por noquear a Castaño (ambos 10×9).

Ni quejas hubo de ninguna parte, como para que se haga una revisión. ¿Apelarán el fallo sus respectivos mánagers, cuando encima comparten casi a los mismos promotores del evento?

No; contentos no estamos, para nada. Todo lo contrario. Decepcionados. Tal vez Castaño y equipo sí, porque en definitiva el fallo les fue “funcional” comercialmente. Pero qué nos interesa. No somos sus apoderados, ni asesores de cuenta.

A la gente, y a los periodistas que no estamos en ningún negocio, no nos interesa eso. A no confundirse, ni confundirnos. La gente está harta de mafias y arreglos. De mentiras y burlas. De transas políticas y acuerdos. De engaños y manejos. Y de estafas a la moral.

La gente quiere creer en algo. Transparencia. Honestidad. Justicia. Que aunque sea un combate de boxeo o un partido de fútbol la reivindique, y no que se oculten las trampas tras un VAR o la excusa cada vez menos creíble de “la apreciación”, cuando alguien en nombre de esta confunde un elefante con una hormiga.

El negocio es otra cosa. Si esto era negocio, ni nos llamen, ni nos usen como espectadores. ¿Cuánto tiempo más creen que van a tener cautiva a esta población de “giles” si siguen jugando a las sombras chinescas que devuelve una realidad imaginaria? ¿Cuánto más el público de boxeo tardará en pasarse a las MMA, donde pelean todos con todos, no hay local ni visitante, hijos ni entenados, banca ni puntos, porque lo que vale es la marca?

Ganaron todos, dijeron algunos, refiriéndose a pocos. Sí. Y perdió el boxeo. Perdió el bosque y perdió el árbol esta vez, y ganaron sólo los que lo talaron. Ah, y los que apostaron por el empate, que pagaba 20 a 1.

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