Los viejos analistas de boxeo solían decir: “Los grandes campeones ganan en Japón” y así fue el final de la película que escribió el púgil porteño de La Boca, Fernando “Pumita” Martínez, quien venció con claridad por decisión unánime de los jurados al local Kazuto Ioka. Las tarjetas de los jurados fueron las siguientes: Stanley Christodoulou, 117-111; Edward Hernández Sr, 120-108; y Jean Pierre Van Imschoot, 116-112.
De esa manera defendió la corona mundial súper mosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y sumó la de Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
El púgil del porteño barrio de La Boca, de 32 años de edad, deslumbró sobre el ring en el estadio Ryogoku Kokugikan, histórico escenario de Sumo, deporte popular en el país asiático.
“El Pumita” arrolló a Ioka desde el arranque e incluso lo puso en riesgo en el primer round. Se mostró confiado, con buen boxeo y firmeza en sus impactos, sin darle respiro al rival y cerrando bien gran parte de las vueltas. Mientras que el nipón esbozó una reacción en la segunda mitad.
Jornada histórica para el boxeo argentino para iluminar el momento crítico que transita. Martínez se mostró como un gran campeón, que cada vez que sube a un ring deja en claro su ambición de triunfo, su carácter de púgil ofensivo y con personalidad ganadora.
Tras el triunfo, “el Pumita” expresó: “Dimos una batalla. Era lo que yo quería para que la gente se vaya feliz. La gente quiere ver guerra”.
