BOXEO INTERNACIONAL

“Canelo” Álvarez, el mejor del 2020

Anuario A la Vera del Ring. En un año atípico, el mexicano fue el mejor del mundo. A nivel nacional, Palmetta fue de lo más destacado. Y, en Córdoba, Nazarena Romero se adueñó del primer lugar.

Atrás quedó un año oscuro, triste, donde el gran rival del boxeo y del mundo entero fue invisible. Nadie supo de dónde llegaban los golpes, pero todos conocieron el efecto devastador de sus mandobles. El coronavirus puso al universo patas para arriba, y nuestro deporte también tambaleó. Porque los planes debieron cambiar y la actividad se resintió. No sólo hubo menos eventos y las grandes figuras tuvieron escasa actividad, sino que, además, el Covid-19 se llevó a varios de los nuestros. Sí, el 2020 nos pegó con todo y nuestra victoria más rutilante consistió en no tirar la toalla.

A nivel internacional, este año será recordado como el que apagó (¿solo por esta temporada o, al menos en peso ligero, para siempre?) a Vasyl Lomachenko. El ucraniano, que brillaba con un boxeo casi perfecto, sorpresivamente cayó contra Teófimo López en un combate que se vendió como “la pelea del año”, y que a la postre acabó haciéndole justicia a este 2020 fatídico. Porque “Hi-Tech” estuvo ausente y porque “The Takeover”, aunque ganó, exhibió poco y nada de su demoledor estilo. Si alguien tendrá buenos recuerdos de los 12 meses que pasaron, ese será Gervonta Davis, quien con un nocaut de antología durmió a Leo Santa Cruz y se metió, de una sola mano, entre los mejores libra por libra. Otro que se fue con los brazos en alto fue Tyson Fury, el inglés que le dio una paliza a Deontay Wilder y se convirtió, al menos en el imaginario de los amantes del boxeo, en el mejor peso completo del mundo. La vuelta de Errol Spence –ganándole por puntos a Danny García- después del siniestro vial que en 2019 puso en riesgo su vida, fue otra gran noticia del 2020. La exhibición de Mike Tyson con el legendario Roy Jones Jr. nos dibujó también una mueca de felicidad: no porque nos hubiéramos subido al carro de los que apostaron por una pelea oficial, sino porque pudimos volver a ver, después de 15 años, al menos un pedacito de ese gigante que fue “Iron Mike”. Saúl “Canelo” Álvarez aprovechó el 2020 para desdibujar a Callum Smith y, de esa manera, dejó en claro que es el mejor boxeador kilo por kilo y que discutirlo –aun para quienes creemos que debe volver a enfrentarse a un ¿gastado? Gennady Golovkin- es casi una necedad. Pero antes libró otra batalla fuera del ring, la legal, que lo alejó de Golden Boy Promotions y lo convirtió en agente libre, poniéndolo otra vez ante un enorme desafío: el de mantenerse en la cima debiendo enfocarse mucho más que en su carrera deportiva.

En Argentina, las pálidas del año que pasó tuvieron nombre y apellido: Miguel Ángel Castellini y Juan Domingo “Martillo” Roldán, dos campeones que acarreaban antecedentes de salud poco favorables y que, afectados por el maldito virus, no pudieron reponerse. En una temporada en la que no pelearon Brian Castaño, el mejor boxeador del momento, ni Marcelino “Nino” López, el que sobresalió fue Alberto Palmetta. “Beto” metió dos triunfos antes del límite en Estados Unidos y, a los 30 años, sueña con una posibilidad mundialista. Agustín Gauto y Gustavo Lemos ratificaron su condición de máximas promesas nacionales, y les ganaron la pulseada a un inactivo Fabián Maidana, de quien se esperaba que disputara una porción de un título del mundo AMB, y a un Jeremías Ponce que, si bien ganó los dos combates que realizó, con su triunfo frente a Eniz despertó más dudas que certezas. Sergio “Maravilla” Martínez, después de seis años de inactividad, hizo a los 45 lo que no hicieron un sinfín de excampeones mundiales que anunciaron vanos retornos al ring. Volvió al cuadrilátero y, en el mismo peso en el que se retiró, ganó por nocaut dos peleas ante oponentes menores. Regresar, ya fue un logro. Con el apoyo político de la AMB, podría volver a disputar uno de los tantos títulos del mundo que existen por estos días, nada cercano a lo que alcanzó en sus mejores épocas, claro está, pero nada tan parecido también a eso que lo hizo tan feliz: ser y sentirse boxeador.

Nueve meses estuvo Córdoba sin boxeo debido a la pandemia. Y a ese dolor, se le sumó uno irreparable: el del fallecimiento de José Emilio “Pepe” Graglia, histórico presidente de la Federación Cordobesa de Box (FCB) y dirigente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Nazarena Romero, catamarqueña de nacimiento y cordobesa por adopción, nos devolvió la alegría. Porque a su increíble historia de vida, le aportó lo que tanto había soñado: un título, en este caso, el supergallo AMB interino. Y fueron ella y su entrenador, Manuel Albarracín, los más destacados de un 2020 que para Córdoba comenzó con la triste noticia de los dopings positivos de las hermanas Leonela y Dayana Sánchez, quienes, juntas, constituyen el punto más elevado del boxeo de la provincia desde hace varios años. Amén del episodio que las dejó fuera de la selección nacional y del ansiado sueño olímpico, Leonela y su pareja, Héctor “Pajarito” Sarmiento, convirtieron desazón en felicidad y fueron papás de Bastian, su primer hijo. Otro peleador destacado de la provincia fue Mayco Estadella, quien con 23 años recién cumplidos y solo nueve peleas, se convirtió en campeón argentino pluma alternativo. Validó así el galardón que A LA VERA DEL RING le otorgó el año pasado, cuando lo distinguió como “la promesa” del boxeo de Córdoba.

El mejor boxeador: Saúl “Canelo” Álvarez. A los 30 años, y después de lograr campeonatos en cuatro pesos diferentes, el mexicano confirmó que es el mejor boxeador del momento. Y lo hizo con una sólida victoria ante Callum Smith, quien hasta el momento de enfrentarlo era considerado el mejor supermediano del mundo. El mexicano y su entrenador, Eddy Reynoso, lograron una fusión que por momentos parece indestructible.

La mejor pelea: Zepeda-Baranchyk. El mexicano José “Chon” Zepeda y el ruso Ivan Baranchyk protagonizaron, el 3 de octubre, en “la Burbuja” del MGM de Las Vegas, una impresionante pelea que tuvo ¡ocho! caídas en apenas cinco rounds: cuatro para cada uno. En dos rounds, cayeron los dos. El KO5° de Zepeda sobre Baranchyk fue no sólo “la” pelea del año, sino una de las mejores de las últimas temporadas.

El mejor KO: Davis a Santa Cruz. El estadounidense Gervonta Davis GKO6° al mexicano Leo Santa Cruz, en el Alamodome de San Antonio, el 31 de octubre. Ante 11 mil fanáticos, “Tank” acertó un uppercut de izquierda demoledor y logró una definición espectacular que combinó precisión, potencia y escuela boxística.

La promesa: Edgar Berlanga. El invicto noqueador de 23 años ostenta un récord impresionante: las 16 peleas que realizó, las ganó a todas por nocaut ¡en el 1° round! El estadounidense de sangre puertorriqueña, que mete miedo entre los supermedianos, noqueó a los tres rivales a los que se enfrentó en este 2020: Eric Moon, Lanell Bellows y Ulises Sierra. Es un boxeador de corte netamente ofensivo, agresivo, sin más defensa que una guardia cerrada. “The Chosen One” va por la marca de nocauts consecutivos en el primer episodio que tienen Edwin Valero (18), Tyrone Brunson (19) y Ali Raymi (21).

El de mejor presente: Tyson Fury. Al invicto británico le bastó un combate para erigirse como el número 1 entre los pesos completos y como uno de los mejores libra por libra. Es que el boxeador de 32 años le dio una paliza al por entonces imbatido Deontay Wilder y, con un KOT7°, le arrebató el título pesado CMB y despejó todas las dudas surgidas en el discutido empate que vivieron en diciembre de 2018. Por esta victoria, lograda en febrero, en la opinión de los especialistas está (virtualmente) por encima incluso de Anthony Joshua, el boxeador que ostenta las otras tres coronas de la categoría. Fury-Joshua es “la” pelea de pesados que debería concretarse en 2021.

Los mejores en el país
El mejor boxeador: Alberto Palmetta. A los 30 años, “Beto” comenzó a sacar provecho de su enorme sacrificio. Tras radicarse en Estados Unidos en 2018, el boxeador formado por Jorge Ochenduszka logró hilvanar, en el 2020, dos triunfos antes del límite: KOT6° sobre el estadounidense Tre’Sean Wiggins y KOT5° frente al mexicano Saúl Corral. Con un 6° lugar en el ranking wélter AMB, el pupilo de Charles Mooney mostró evolución en su boxeo y, a su madurez, intentará ponerla a prueba en una pelea mundialista en el 2021. Un detalle fundamental y poco difundido: dependiendo del rival y el contexto, el porteño podría pelear también en superligero. Tiene un récord combinado de 19 victorias y 5 derrotas, con 11 nocauts: en la WSB de AIBA, logró cuatro triunfos y cuatro reveses, entre 2013 y 2016.

La mejor pelea: Zárate-Silva. Junior Zárate y el chaqueño Abel Silva no necesitaron, en la revancha de la pelea que en 2018 había ganado el formoseño por puntos, de caídas, cuentas de pie ni rostros malheridos. Les alcanzó con ofrecerse íntegramente durante ocho rounds, para redondear un combate franco, disputado, sin amarres ni intentos de obtener ventajas a través de infracciones. Una pelea equivalente, pareja y superdisputada que otra vez terminó con Zárate anotándosela en las tarjetas. A tomar nota y buscar en La Agenda de A la Vera: este viernes 8 de enero, van a hacer la tercera.

El mejor KO: Morello a Matthysse. El cordobés Franco Morello no sólo acabó con la parafernalia que prematuramente rodeó -desde antes de su debut- a Walter Ezequiel Matthysse, sino que lo hizo de forma dramática y en una pelea vibrante. Luego de recuperarse de un comienzo que casi lo deja fuera de combate, en el 2° round el boxeador de La Cumbre asestó un cross de derecha a la sien y dejó al chubutense tendido sobre la lona. La definición elevó la consideración del pupilo de Daniel Bustos y, al mismo tiempo, abrió un signo de interrogación respecto del futuro del patagónico.

La promesa: Mirco Cuello. El medallista de bronce en Buenos Aires 2018 tuvo un prometedor inicio de carrera profesional: hizo dos peleas en Estados Unidos, y ganó las dos por nocaut en el 1° capítulo (a los locales Akihiro Nakamura y Jayvonne O’Neal). El santafesino, de 20 años, es un pegador con mucho potencial, apuntado por los entrenadores de la selección nacional como una de las grandes esperanzas de cara a los próximos Juegos Olímpicos.

El de mejor presente: Brian Castaño. La pandemia, sumada a una mala gestión administrativa que le impidió a Patrick Teixeira arribar a Estados Unidos, le imposibilitaron al “Boxi” disputar el combate por el título superwélter OMB del brasileño. Tras varias idas y vueltas, el argentino no pudo subirse al ring en todo 2020. Aun así, es indiscutidamente el mejor peleador nacional: por la liga en la que compite, por su carrera en general y por los resultados inmediatos. Marcha invicto y superó a las grandes figuras a las que se enfrentó, Michel Soro y Erislandy Lara (un mal fallo decretó un empate). En febrero tendrá la esperada pelea con Teixeira que, de sortearla, podría catapultarlo a compromisos mayores. Jermell Charlo, el campeón AMB, CMB y FIB de la división, es el gran horizonte.

Los mejores en Córdoba
El mejor boxeador: Nazarena Romero
. “La Capricho” le devolvió a Córdoba nada menos que un título del mundo, algo que no tenía desde hace ocho años, cuando se terminó el reinado de Carolina Gutiérrez. La catamarqueña, radicada en la provincia desde hace años, al igual que “Chapita” tiene un interinato: es decir, una porción del título. A los 26 años y con un invicto de 11 peleas (5 nocauts), barrió en dos vueltas a la jujeña Julieta Cardozo. Por su estilo combativo y su importante pegada, despertó interés en los amantes del boxeo nacional y se ganó un lugar entre las mejores peleadoras del país.

El mejor KO: Morello a Matthysse.
La promesa: Williams Herrera. Con 24 años, el boxeador nacido en Cruz del Eje se abre camino entre los mejores wélters del país. En el 2020, ganó tres peleas: una por nocaut (a Elías Trossero) y dos, por puntos. Al margen de sus éxitos en el profesionalismo, obtenidos ante oponentes de récord negativo, tiene antecedentes como aficionado que permiten ponerle una ficha a su corta carrera profesional –compuesta por seis triunfos, dos por KO, y una derrota-. En la final del torneo nacional de mayores de 2017, que se disputó en Catamarca, le ganó nada menos que a Francisco “Bebu” Verón. El pupilo de César Coronel es un boxeador fuerte, de fricción, que propicia el intercambio de golpes y es muy disciplinado. Si a su boxeo ofensivo le agrega elementos defensivos y técnicos, puede ilusionarse.

El de mejor presente: Matías Romero. Por trayectoria, récord y condiciones boxísticas, es el mejor boxeador cordobés de la actualidad. Nadie parece más apto para afrontar una pelea grande que él. Romero –que, en realidad, nació en Neuquén- es además quien mejor rankeado mundialmente está: aparece 11° en el escalafón superpluma FIB –en la provincia, lo sigue Ckari Cani Mansilla: 13°, en pluma y en la AMB-. Este talentoso púgil, que marcha invicto con 24 triunfos y 8 nocauts, sumó en el 2020 dos victorias: frente a Gabriel Ovejero (KOT5°) y a Javier Clavero (decisión unánime en 12 rounds). Pese a sus jóvenes 24 años, su carrera pide a gritos retos mayores que permitan advertir si está o no para las máximas competencias. El 2021 parece el año ideal para empezar a despejar esas dudas.

Mejor amateur masculino: Agustín Vergara. El cordobés metió tres triunfos en el año, uno de los cuales fue vital para su carrera. A fines de enero, le ganó al estadounidense Aaron Aponte, quien es hijo de una argentina y había arribado al país con intenciones de representar a la Argentina en los Juegos Olímpicos. Vergara, de 21 años, se transformó así en el titular de los 63 kg. del seleccionado nacional. En el preolímpico de Buenos Aires, que se realizará en mayo, buscará un boleto a Tokio. El pupilo de Manuel Albarracín ganó en febrero otros dos combates: al riojano José Rosa, en La Calera, y al cordobés Brian Laguía, en Carlos Paz.

Mejor amateur femenino: vacante.

Promotor del año: Carlos Tello. El promotor cordobés logró poner a Córdoba en el centro de la escena boxística, una vez que se reanudó la actividad luego del parate. Ante la falta de certezas que reinaba en Argentina, montó un evento en San Pablo y, ya con la autorización para organizar festivales en el país, trajo a la provincia cuatro festivales, todos por TyC Sports: tres en La Calera y uno, en Río Ceballos. Pero antes, siempre de la mano de Sampson Lewkowicz, organizó otros eventos: en Montevideo (enero), otra vez en La Calera (febrero) y en Luis Guillón (marzo).

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