Respecto de los títulos interinos, o “silver/plata” del CMB con que la entidad los camufla, de la seriedad de los mismos y la verdadera postura del organismo, dado que últimamente su presidente venía pronunciándose en contra.
Por GUSTAVO NIGRELLI (especial para A LA VERA DEL RING)
El presidente del CMB, el mexicano Mauricio Sulaimán, hijo del recordado Don José, se cansó de pregonar contra los interinatos y la proliferación de títulos mundiales en algunos organismos, razón por la cual explica su alejamiento “político/dirigencial” del venezolano Gilbertico Mendoza, el pope de la AMB, que paradójicamente ya los eliminó.
Mauricio, buena gente, pero lejos de esa estatura como dirigente, se sigue alejando conforme pasa el tiempo, se supone que mal asesorado, o directamente sin asesoramiento, avalando los títulos plata de su organismo, que no son otra cosa que títulos interinos encubiertos, cada vez en una versión más desteñida.
La prueba reciente fue lo sucedido el sábado pasado en Isidro Casanova, en la pelea entre la local Sabrina “La Muñequita” Pérez y la colombiana Yolis Marrugo que televisó canal 9, que no sólo se “vendió” periodística y publicitariamente como título mundial interino, sino que al final, en medio de la transmisión, los propios… “comunicadores” lo transformaron directamente en “mundial”, sin interinato.
Para colmo, de movida le erraron a la categoría, porque en un primer momento se envió una gacetilla de prensa que decía “título mundial supergallo CMB”, mientras que el afiche decía “pluma”, rectificada luego en una fe de erratas, donde por primera vez apareció la palabra “silver” (plata), ya que la campeona mundial en esa división es nada menos que Amanda Serrano, quizás la Nº 1 libra por libra femenina en estos momentos.
Hasta ahí, ya era un montón que se disputara ese título mundial pluma “interino” vacante, entre una de 35 años que estaba 12ª en el ránking CMB y hacía más de 2 que no peleaba (la última fue a 4 vueltas contra una perdedora como Silvia Zacarías, de 8-22-5 a quien venció en fallo mayoritario), contra una veterana de 45 que ni figuraba en él.
¿Cómo puede ser posible que el CMB rankee 12ª a La Muñequita, que además en su anteúltima pelea -que data de 2018- había perdido por KOT 1 ante una de 5 peleas (Marianela Ramírez)?
¿Y cómo puede ser que además de estar rankeada 12ª dispute un interinato contra una no rankeada de 45 años, cuando se supone que estos fueron creados por Don José para reemplazar al campeón cuando estaba no disponible, un una selección entre los 3 primeros del escalafón?
La cualidad de silver (plata en inglés) para el CMB significa interino, que no necesariamente tiene que ser de una corona mundial, ya que puede ser de un latino, un intercontinental, etc, pero “mundial plata” lo es, y esto lo reconoció el propio Roberto Rilo -dirigente FAB y representante del CMB ante la misma- al editor de esta página (Andrés Mooney).
¿Qué tiene que cuestionarle entonces Sulaimán a la AMB cuando en su entidad se hace lo mismo con otro nombre? ¿Y qué seriedad puede pretender para su organismo cuando no sólo dice una cosa y hace otra camuflando sus huellas, sino que además no respeta los reglamentos originales?
Quisimos creer que esto se hizo a su espalda, sin su conocimiento, o que fue una avivada de la promoción del evento para engañar a la Intendencia del lugar y sacarle unos mangos, pero no. A decir verdad, mientras el organismo rector avale un título, el promotor puede hacer pelear a una hormiga contra un elefante, si quiere.
Lo que molestó es que todos se acoplaron y hasta redoblaron la apuesta cuando en la transmisión lo transformaron en título mundial a secas, jugando con la inocencia de la gente. ¿Cómo se la habrán vendido a la propia Muñequita Pérez?
De la pelea en sí mejor ni hablar, porque fue atroz, desde lo técnico/boxístico, hasta lo sucio y enredado, llena de infracciones, cabezazos, golpes bajos, en la nuca y tras los breaks. Eso también desprestigia como entidad al CMB, que presta su nombre para consagrar a una boxeadora cuyo esplendor fue hace 10 años en otra división (gallo), que contrasta abismalmente contra la campeona regular, la boricua Serrano.
Un poco de vergüenza, de respeto, de honestidad, seriedad y pudor para con todo el público boxístico, aunque sea en nombre de lo que alguna vez fue el CMB, y sus románticos fundadores.
