Más allá de que fue su tercera pelea después de la derrota contra Miel Fajardo, Agustín “el Avión” Gauto parece no haber dejado atrás aquel revés. El viernes, en el Club Social y Deportivo El Porvenir, de Quilmes, le ganó en fallo unánime al venezolano Luis “el Colibrí” Guerrero, en un choque en el que se fue al piso y el árbitro Carlos Gómez lo protegió descaradamente.
A Gauto (20-1, 14 KO / 52,100 kg) le costó demasiado un oponente que ofreció muy poco. Porque Guerrero (8-6-2, 7 KO / 52,100), que venía de perder las dos veces que visitó la Argentina –KOT5º vs. Kevin Muñoz y KOT4º vs. Rodrigo “C4” Ruiz-, lució armas demasiado elementales como para complicar a un púgil con aspiraciones internacionales.
Lento de manos y de piernas, con técnica limitada, el peleador vinotinto le dificultó la noche al argentino sólo con guapeza. El bonaerense estuvo desconocido, falto de creatividad, de velocidad y de contundencia. Ante la ausencia de efectividad de ambos, hubo muchos rounds en los que no pasó casi nada y acabaron siendo de apreciación.
“El Avión” tuvo en el referí Gómez un aliado de lujo, que hizo de todo por protegerlo. En el 6º, le descontó un punto a Guerrero por reiteradas faltas –que efectivamente había cometido-. Y, en el 8º, le realizó una cuenta después de que Gauto lo tomara retrocediendo, mal parado.
Pero el bochorno llegó en el 10º. Cuando Guerrero había lastimado al boxeador de Chino Maidana Promotions –hasta pudieron haberle iniciado un conteo cuando le conectaron dos manos duras y terminó amarrando y en el suelo- y faltaban casi dos minutos para el final, el árbitro detuvo la pelea e, increíblemente, pidió que le acomoden la cinta del guante a Gauto: en esa insólita acción, pasaron 20 segundos.
Acto seguido, “el Colibrí” fue hacia adelante, le asestó tres derechazos y “el Avión” se fue a la lona. Tras una lentísima cuenta, el combate se retomó 15 segundos después. Y, por si fuera poco, a falta de 20 segundos para el cierre, el árbitro los separó y le llamó la atención a Guerrero por supuestos golpes con el antebrazo; en realidad, lo que hizo fue detenerlo deliberadamente para que el púgil local lograra su cometido: sobrevivir hasta el campanazo final.
Al final de los 10 rounds, los jueces marcaron: 98-89, 99-89, 97-89. Para A LA VERA DEL RING, había ganado Gauto por 95-92.
