“Entre nosotros decimos, medio en broma y medio en serio, que si sigue así se va a terminar volviendo en auto o en un bondi de línea”. Las palabras de uno de los médicos que cuidan a Fidel Ángel Ruiz Díaz describen buena parte del estado de salud actual del boxeador que, desde hace dos meses y después de perder por nocaut contra Néstor Madana en Oncativo, permanece internado en el Hospital de Urgencias de la ciudad de Córdoba.
“El Rayo” ya no necesita la traqueotomía para respirar, come sin ayuda de terceros y hasta logró, no sin asistencia de las enfermeras, ponerse de pie. El único soporte artificial que aún lo acompaña es la gastrostomía: una sonda de alimentación que va directamente al estómago. Por todo esto es que su familia espera que a comienzos de la semana que viene puedan trasladarlo a su casa, en el B° La Cárcova de José León Suárez, en el partido bonaerense de San Martín.
Luego de salvar su vida en el nosocomio de la capital cordobesa, la rehabilitación neurológica y física del púgil chaqueño será ambulatoria. Mario Arano, promotor del festival en el que Ruiz Díaz combatió contra Maidana, asumirá el costo de la ambulancia que lo trasladará hasta la provincia de Buenos Aires. El papá del “Rayo”, Ángel, empleado de la empresa de repuestos de carrocería de automóviles Neotruck, logró afiliarlo a su obra social, Osecac (Obra Social de Empleados de Comercio y Actividades Civiles), y será esta mutual la que se hará cargo de un largo y crucial tratamiento.
Desde el Hospital de Urgencias reiteraron que, si bien la situación más crítica de Ruiz Díaz ya quedó atrás, lo que viene ahora será clave para su futura calidad de vida. Porque, producto de la lesión cerebral en el hemisferio izquierdo, el lado derecho de su cuerpo aún reacciona muy lentamente y todavía no habla. Los facultativos son optimistas dada la recuperación que viene mostrando y porque se trata de un deportista de 28 años. La familia, por su parte, remarca que de acuerdo a los neurólogos la recuperación neurológica podría alcanzar hasta un 80 y un 90 por ciento.
“Él (Ruiz Díaz) les sonríe, pero a los médicos que ve siempre. A los demás, no. Y no habla nada. Dicen que sí tendría que recuperar el habla”, le dijeron los familiares del “Rayo” a A LA VERA DEL RING.
Una silla de ruedas y adaptar la vivienda, las grandes necesidades
Aunque el camino hacia la rehabilitación parece claro, los Ruiz Díaz todavía necesitan una mano solidaria. Para poder comenzar el tratamiento, lo primero que precisan es una silla de ruedas y, luego, refaccionar el hogar: su casa -habitada por el deportista, su pareja, Daniela Sosa, y sus tres hijos: Bianca, Bastian y Valentino- es de 5,50×5 metros, de techo de chapa, de un sólo ambiente y el baño, además de precario, no tiene ducha. Hasta que logren construir un baño y otra habitación, la rehabilitación la harán en la casa de la suegra del boxeador, Paola Sosa.
“Necesitamos la silla de ruedas, que eso no lo cubre la obra social. La refacción de mi casa la va a comenzar su entrenador, (Cristian) ‘Maravilla’ Rodríguez, y lo otro está encaminado”, le dijo la familia del “Rayo” a este medio.
Quienes estén interesados en colaborar, pueden comunicarse con su hermana, Claudia, a su teléfono celular: +54 9 11 2696-5759.