El viernes pasado, en un acto imperdonable, se suspendió la velada de Boxeo Promocional en Pilar porque la ambulancia llegó tarde. ¿Fue contratada a horario? ¿Responsabilidad de quién?
Por GUSTAVO NIGRELLI (especial para A la Vera del Ring)
Para muchos tal vez sea una tontería, haya pasado inadvertido, o directamente le habrán restado importancia, porque –claro- no da plata. Pero en la velada del viernes pasado organizada en el Club Municipal Lagomarsino de Pilar -Norte del GBA-, donde de fondo peleó Yoel Peralta contra Christian Andino, se suspendió la fecha del Boxeo Promocional, un proyecto destinado a jóvenes amateurs de buen nivel que se viene repitiendo ininterrumpidamente desde hace 5 años y lleva más de 160 transmisiones por TyC Sports, la pantalla deportiva del país.
¿El motivo? La ambulancia y el médico llegaron una hora tarde. ¿Negligencia? ¿Impuntualidad¿ ¿Informalidad? ¿Desinterés? Y en tales casos, ¿de parte de quién? ¿De la propia ambulancia, de la FAB, o del promotor del evento (Mario Margossián)?
Cabe destacar que los púgiles que allí pelean, que siempre se busca que sean de la zona, además de algún talento del interior que acompañe a su DT que lleva a un pupilo para la reunión profesional, cobran un viático de 1500 $ que paga la FAB, quien se hace cargo de todos los gastos de bolsas y traslado. (En este caso fueron $ 49.500, que se abonaron como si se hubiese llevado a cabo normalmente, aunque no es ésa la idea).
El Boxeo Promocional no es una velada más. Fue un proyecto que costó mucho conseguir, por el que luchó mucho Osvaldo Bisbal –ex presidente, ya fallecido- y se transmite en directo por el streaming de TyC Sports, que luego de las profesionales pasa en diferido las dos peleas más atractivas de entre las 6 o 7 que suelen programarse, tanto de varones como de mujeres.
Por lo tanto los chicos vienen con toda la ilusión del mundo porque pelearán para la tele, no importa si es streaming o TV. No importa tampoco la paga, porque los 1500 $ quizás no alcancen para la cena.
Cuesta entender eso a muchos que usan al boxeo como negocio. Y también reconocer que de allí salen muchos talentos, fondistas y campeones, que luego formarán parte del plantel de los promotores para sus carteleras rentadas, con lo que recuperarán con creces esas pequeñas inversiones.
Si bien el contrato es entre la FAB y TyC Sports, la ambulancia, el médico y la logística organizativa SIEMPRE está a cargo del promotor del evento (en este caso, Margossián), que es el responsable de coordinar horarios, armado del ring, y demás. A veces se tercerizan gastos a través de la Municipalidad local, que consigue médico y ambulancia gratis, por lo cual se ahorran unos mangos. Pero esto no siempre sucede y deben pagar el tiempo extra por ambos servicios. Esa es toda su inversión económica.
Y a juzgar por el relato de algún presente, la ambulancia llegó tranquila a las 20:05, sin apuro, sin reproches, como si nada, porque evidentemente fue contratada para esa hora, 15 minutos antes de que comenzara la velada profesional.
La amateur arrancaba a las 18:30, y las autoridades y púgiles fueron citados a las 17:00 para el pesaje, que lo cumplieron inútilmente porque los dejaron a todos esperando, con el frío que hacía, sin siquiera poder comer ni tomar nada.
La desilusión y el desencanto de los presentes sería imposible de plasmar aquí con palabras. Sólo baste decir que una boxeadora (Tamara Gatica) que vino de San Luis (sí, de San Luis) con hinchada, bombos y platillos, lloraba desconsolada porque tenía que volverse a su pueblo como se fue, sin pelear en Buenos Aires para la TV y que la vean sus familiares y vecinos.
Su DT, desesperado, rogaba que la hicieran pelear, pero no hubo caso. Por ahorrarse una miseria mataron la ilusión de lo más puro que tiene el boxeo. Y paradójicamente, quizás no advirtieron que eso los empobrece más.