Las diferencias físicas y boxísticas entre Pablo Corzo y Alexi Rivera se evidenciaron en el resultado final: nocaut técnico a favor del “Pacman” en el 3º round. En realidad, las desigualdades aparecieron mucho antes del desenlace: el catamarqueño dominó de principio a fin a un colombiano que jamás debió haberlo enfrentado, el sábado, en el Club Unión y Progreso, de Santa Fe.
Con su típica guardia cerrada y las manos en paralelo, Corzo (11-0, 11 KO / 76,200 kg) hizo lo que sabe hacer, atacar. Así, buscó el dominio desde el arranque y lo encontró a partir del 2º asalto, luego de un primer capítulo en el que Rivera (9-3, 5 KO / 75,500) casi no lanzó golpes.
A falta de un minuto para el cierre del 2º parcial, “el Pacman” conmovió a su oponente con los mismos golpes con los que, un asalto más tarde, liquidaría las acciones: uppercuts y cross diestros. El árbitro Rolando Sandoval debió iniciarle una cuenta de pie al cafetero, cuando vio que este flameaba sobre el cuadrilátero.
Ya en el 3º capítulo, Corzo volvió a arremeter con sus cruzados y sus ascendentes, y el referí marcó el final, para que quien hizo las veces de local conserve el título Fedelatin AMB supermediano.
Rivera llegó a este combate dando ventajas físicas considerables, pues siempre peleó en superwélter y mediano, y no pudo con su guardia zurda inquietar al argentino: sus movimientos torpes y su andar cansino sobre el ring, demostraron que no debió haber asumido el compromiso sin equivalencias que afrontó; o, mejor dicho, que no debió haber sido autorizado para protagonizar este compromiso.
FOTO: Ramón Cairo / OR Promotions.