Gana, muestra destellos de calidad, pero no termina de enamorar. Matías Romero venció en fallo dividido luego de 10 rounds a Nicolás Paz, el sábado, y retuvo el título latino plata CMB del peso pluma.
En el Camping UOM, de la ciudad bonaerense de Del Viso, el neuquino radicado en Córdoba le ganó de forma ajustada al bonaerense. Por su mejor defensa, su velocidad y su pulida escuela boxística, pudo sortear a un oponente paciente, que supo esperar su momento para castigar.
Romero (26-2, 9 KO / 57,150 kg) comenzó lanzando muchos jabs que, si bien lo ayudaron a medir la distancia, en su gran mayoría aterrizaron en la guardia del rival. A partir del 3º asalto, dejó de lanzar en vano y se afirmó para pegar con contundencia. Aunque en defensa se lució –esquivó, hizo cintura-, también es cierto que exageró con sus recursos defensivos: si bien cuando se recostó sobre las cuerdas le hizo errar muchos golpes a Paz (7-7-2, 3 KO / 57,100), algunos envíos le llegaron y, sobre todo, se olvidó de contragolpear –el boxeo es pegar y que no te peguen, pero hay que pegar-.
Los dos tuvieron un momento de quiebre: Romero, en el 5º, cuando obligó al peleador de Garín a escupir el protector bucal; y Paz, en el 9º, luego de que le aflojara las piernas a su oponente con un derechazo cruzado.
Al final de la pelea, los jueces marcaron: 96-94 y 96-94 Romero, y 96-94 Paz. Para A LA VERA DEL RING, había ganado Romero por 96-94, producto de quedarse con los asaltos 2º, 3º, 4, 5, 6º y 10º.
Romero, un púgil que pretende tener revancha internacional –luego del gran papel que realizó contra Isaac Cruz, en marzo de 2021, y de la amplia derrota por puntos ante Michel Rivera, siete meses más tarde-, no pudo deslumbrar y acabó sorteando a un peleador de récord irregular por apenas un round de diferencia.
Tras el nocaut que le propinó a Ignacio Perrín, se esperaba que esta, su segunda presentación en peso pluma, tuviera otro brillo. El gran interrogante es saber si se conformará con esta victoria gris o si se atreverá a encarar cambios -él sabrá cuáles- para, a los 26 años, confirmar que aún puede ser un peleador de élite.
Muñoz, por amplio margen vs. un rival digno
En la pelea coestelar, el bahiense Neri Muñoz (10-0, 7 KO / 63,500 kg) venció en decisión unánime tras 10 vueltas al brasileño Pedro Guilherme Dos Santos (6-3-2, 3 KO /63,500): 99-91, 97-92, 97-92. El argentino fue mucho más que un oponente que estuvo a la altura de las circunstancias, porque tiró mucho y aguantó más, pero careció de una buen defensa.
Muñoz fue cauto -¿de más?- y avanzó siempre con una defensa cerrada, para castigar al cuerpo y por adentro. Usó poco el jab y los golpes rectos, y peleó siempre en la corta distancia, donde ofreció un show de uppercuts de ambas manos.
Ya en el 4º, cuando se soltó y atacó con continuidad y potencia, obligó al referí a una cuenta y casi la define ahí mismo. Estuvo cerca del KO también en el 7º, y le dio una paliza en los asaltos siguientes.
Brizuela y un KO espectacular
El cordobés Kevin Brizuela (3-0, 3 KO / 78,300 kg) le ganó por nocaut técnico en el 1º round al santiagueño Eduardo Scrimini (0-1 / 78,300). La definición llegó con un cross de derecha demoledor, que se coló por arriba de la izquierda de Scrimini. El nocaut se convirtió en firme candidato a KO del año.
