BOXEO ARGENTINO

Luis Doffi: “Que el que me suceda encuentre las cosas mejor que yo”

El nuevo presidente de la FAB, que asumió en un momento muy difícil para el boxeo argentino, respondió a todas las preguntas sobre el pasado, presente y futuro del deporte: proyectos, programaciones, TV, nivel, sponsors, amateurs, política, economía, reglamento, etc.

Por GUSTAVO NIGRELLI (especial para A la Vera del Ring)
Luis Doffi, 61 años -24/4/61, Chajarí, Entre Ríos-, es como se sabe, desde el 7 de febrero pasado, el flamante presidente de la FAB por los próximos 3 años.

Sucederá a los extintos Osvaldo Bisbal y Luis Romio –fallecidos en 2021-, además de a quien los había relevado provisoriamente en sus funciones, el tesorero Jorge Molina, que por cadena sucesoria debió hacerlo en forma interina.

Abogado, juez de boxeo, integró mucho tiempo el Tribunal de Disciplina de la entidad, y ocupó diferentes cargos en el Consejo Directivo, incluso la vicepresidencia.

Campeón de la Facultad de Derecho de la UBA en la categoría hasta 91 kg, donde llegó a guantear con el por entonces popular Henrry De Ridder, y con el hermano del Coti Nosiglia, ex Ministro de Raúl Alfonsín, quien en su momento además presidió la Comisión Municipal de Boxeo de CABA.

“Me acerqué a la FAB en 2001, en realidad para hacer el curso de DT. Me atendió Oscar Seleme y me preguntó si tenía licencia de boxeador amateur. Le dije que no. Entonces me anotó de prepo para el curso de Árbitro/Juez, como era mi viejo en Chajarí”, contó acerca de cómo se inició en el boxeo y en la institución madre del boxeo argentino.

(NdeR: La familiaridad de años admite el tuteo informal que no se modificará en esta nota).

-Cuando entraste, ¿se te pasó alguna vez por la cabeza llegar a ser presidente?
-No, jamás. No era mi intención. No tengo –ni tenía- aspiraciones políticas, pero la coyuntura me fue llevando sin querer hasta acá.

-¿Cuándo y cómo fue?
-Y, tras la muerte de Bisbal y Romio, haciendo una evaluación, mis compañeros me fueron proponiendo. Yo medio que no quería saber nada.

-¿Estabas preparado?
-No, porque jamás lo había pensado.

-¿Quién te convenció finalmente?
-Uno de los que me terminó por convencer fue Jorge Gorini –NdeR: Juez de la Nación, presidente del juicio oral contra Cristina Kirchner en la causa por la Obra Pública-, quien me hizo ver que era el indicado, ya que desempeñé todos los cargos en la FAB. Fui incluso hasta vice de Osvaldo Bisbal, lo cual no es poco. Tenía buena imagen. Es más, él iba a ser mi vice, pero su trabajo se lo impidió y se tuvo que bajar, aunque va a estar detrás, sin figurar.

-Pero agarrabas una papa caliente en un momento muy difícil.
-Sí, por eso también la duda. Pero a partir de ahí comenzamos a preguntar en las provincias, a ver cómo “medía”, y todos estaban de acuerdo. Clubes, provincias, Federaciones, todos aquellos quienes por Estatuto deben elegir al presidente, porque son los que votan. Y no tenía contra.

-De todos modos, para muchos no representabas el perfil que supuestamente se necesitaría en esta época para dirigir a la FAB, de mano firme, más frontal, más drástico para tomar decisiones. Es decir, tu perfil es todo lo contrario a lo que eran Bisbal y Romio.
-Sí. Bisbal hacía todo, era un fenómeno. Todo pasaba por él. Romio también, quería que pasara todo por él, pero no controlaba muchas cosas y además tampoco tenía mucho apoyo interno, no le respondía la gente. Yo soy de escuchar, de delegar y ése es mi método. No puedo ir en contra de lo que es mi esencia y mi personalidad. Después sí, la decisión la tomo yo.

-Siempre se dijo que la AIBA -a la que estamos afiliados-, a través de los Comités Olímpicos y las Federaciones Nacionales que de ella dependen, tenía prohibido que un presidente de la Federación de un país tuviera contacto con los organismos mundiales profesionales (AMB, CMB, FIB y OMB), bajo la amenaza de desafiliarlos. Por eso se bajaron varios candidatos. Vos pertenecés a la FIB, sos jurado internacional de ese organismo y su representante en nuestro país. ¿Cómo es eso?
-Nadie dijo nada. Supongo que se habrán enterado tanto el COI como la AIBA que soy el presidente de la FAB, hoy más que nada con las redes sociales. Supongo que se ha flexibilizado mucho eso con los cambios en AIBA y las nuevas autoridades.

-¿Y qué pasaría si de repente alguien te pone entre la espada y la pared y te obliga a optar?
-Y, en ese caso, renunciaré.

-¿A la FAB o a la FIB?
-No, a la FIB. Esto es un compromiso no sólo político, sino moral. Jamás podría cambiarlo por un interés personal.

-En su momento parecía haber otra lista paralela con los más jóvenes. Al menos eso era lo que se decía, o se escuchaba. ¿Lo sabías? ¿Cómo se manejó eso?
-Acá hubo una reunión un día, donde vinieron todos los presidentes de las Federaciones y algunos clubes. Presencial, no por zoom. Y todos me apoyaron. Nadie dijo nada. Al finalizar, Lautaro Moreno me paró en la puerta, me apartó, y me dijo: “Si vos te presentás yo te apoyo”. Y Bisbal, por ejemplo, en una nota que creo que fue tuya, ya había tirado algunos nombres que a él le parecían. Pero a lo último se sintió muy decepcionado con algunos.

-A vos te mencionó, si mal no recuerdo.
-Sí. Dijo que podría ser un buen candidato. Él no se explayaba mucho. Era parco. Pero un día -raro en él-, poco antes de morir, me llamó por teléfono. Me sorprendió, porque nunca llamaba nunca a nadie. Es más; era desconfiado como ciego nuevo. A mí al principio me miraba de reojo, pese a que era su vice.

-No eras al único que miraba de reojo. El problema del Flaco era cuando te abrazaba. Ahí agarrate. De vos siempre habló bien, al menos en mi presencia.
-Sí, puede ser. Y bueno, me llamó porque decía que quería hablar conmigo, cosa que me extrañó. Él ya estaba en las últimas, parece. Lo intuí por su voz, desconocida, poco audible. Me di cuenta. Le dije todo que sí, más por piedad que por otra cosa, pero nos íbamos a ver. No llegamos a tiempo, porque la muerte se nos anticipó apenas unos días después.

-¿Sería para ofrecerte el cargo?
-Posiblemente. Para hablar de eso, seguro.

-Y cuando fuiste haciéndote a la idea, ¿no te dio miedo?
-Más que miedo era la responsabilidad de querer estar a la altura. Pero a la vez sé que cuento con apoyo y colaboración de todos.

-¿En quiénes te apoyarás?
-En los de siempre, los más históricos. Molina (Jorge), y Roberto Rilo, que fue quien manejó hasta ahora la Comisión de Boxeo Profesional.

-¿Cuál es tu principal, o primer objetivo, y cuál el de máxima?
-El primero, incluso antes de asumir, era poner los papeles en regla, que estaban atrasados. Luego, pagar deudas. Debíamos mucha plata. Acá teníamos tres patas para afrontar económicamente: una son los sueldos, otra las cargas sociales, y otra el fisco, al que le hicimos un plan de pago. Te digo más, a fin de año tuvimos que rascar la olla para pagar los aguinaldos, y no tenemos mucho de donde sacar. Mientras tanto, arreglar un poco el gimnasio, que se llovía más por dentro que por fuera, y lo mismo con el techo del estadio.

-¿El techo del gimnasio está arreglado?
-Sí, fue lo primero que hicimos. Pedimos presupuestos, tuvimos dos, elegimos el más barato y conveniente, y se hizo. Es más, pusimos 12 extractores de aire, porque ahí al fondo era una caldera en verano. Para bajar de peso venía bien, pero para estar era insufrible. Yo tengo por costumbre cuando vengo, antes de subir, darme una vuelta por el gimnasio y hablar con los DT a ver cómo está todo y qué necesitan. Y ellos fueron los que me dijeron de las necesidades. Faltan varias aún, pero eso era lo más urgente.

-¿Y lo del estadio está en marcha también?
-Sí, pero de eso se hará cargo la Secretaría de Deportes, ya está hablado. Me contacté con un amigo (Ricardo Crudo) que estuvo mucho tiempo allí en la Secretaría, para que nos haga el contacto. Y se van a encargar de todo, parece. Año político, y a ellos les sirve. Somos la única –quizás- Federación del mundo que tiene oficinas, estadio y gimnasio todo junto. Lo que tenemos nosotros no existe en el mundo. No lo tiene nadie. No lo pueden creer cuando lo contamos. Pero está venido abajo. Y se nos vienen Preolímpicos, Panamericanos, torneos argentinos.

-¿Eso era lo peor de todo en las gestiones anteriores?
-En mi criterio sí. Estaba todo muy descuidado.

-¿Le siguen cobrando a los profesionales ahora para entrenar en el gimnasio Oriani?
-No, ya no se cobra más. Ahora todo boxeador que tenga licencia profesional o amateur no paga. Sí los recreativos, pero la cuota es muy baja, y la mitad va para la FAB y la otra para el DT que los atiende.

-¿En qué quedó el proyecto de TyC Sports de refaccionar todo el estadio más el gimnasio, que era algo espectacular?
-No, eso quedó en la nada. Se desestimó.

-¿Por qué?
-Porque era demasiado ambicioso para este momento nuestro. No sé si íbamos a poder afrontar tamaño gasto. Entonces, una de dos: o nos íbamos a endeudar de por vida, o íbamos a terminar entregando la FAB.

-Pero según tengo entendido ellos se iban a hacer cargo de todo, ¿o no?
-No sé, no creo. Los Mecenas se acabaron en la Edad Media, en la época de los Médici. Yo creo que se iba a pagar con las mismas veladas, y la verdad es que en este momento del país y de la FAB no podemos arriesgarnos a tanto.

-Una lástima. Era un proyecto de primer mundo, con varios pisos, estadio 360º, garaje, negocios internos, todo conectado.
-Sí, lo sé, pero carísimo y en dólares. Tal vez más adelante sí, cuando la cosa mejore. Sería algo espectacular.

-Bueno, ¿y después, qué otra cosa más?
-En el gimnasio tenemos pensado poner en las paredes fotos y murales de ex campeones mundiales y figuras, para alimentar la idolatría de los chicos que se acercan. Que se sientan en contacto con sus próceres. Da una sensación de cercanía y pertenencia. Así estaba el gimnasio del Luna Park, me contaban. Y en un futuro, arreglar la fachada, pero eso es para más adelante.

-Eso en lo estructural. ¿Pero en cuanto a lo boxístico?
-Mi idea de base siempre fue apuntar al amateurismo. Y al federalismo. Nosotros tenemos bien manejado acá todo lo que es el ciclo olímpico, la verdad es que eso los chicos lo trabajan muy bien, pero yo me refiero al boxeador que entra por primera vez al gimnasio y quiere progresar, pelear. Que tenga cómo y dónde. Por eso ahora se abre un ciclo por TyC Sports –transmitido por streaming- de boxeo amateur, viernes de por medio, como era el Boxeo Promocional, que era buenísimo. Y nos quedan los otros viernes que igual algo vamos a hacer.

-Pero esa idea apunta a que los pibes peleen, mejoren, progresen, y puedan luego apuntar al ciclo olímpico o al campo profesional directo, y ser campeones mundiales, así que en definitiva redunda en lo mismo.
-Sí, de algún modo sí, pero sería tener más y mejores figuras.

-O sea, levantar el nivel boxeo argentino.
-Exacto.

-¿Y en cuanto al objetivo de máxima?
-En principio yo quiero cumplir mi ciclo de 3 años. Si me va bien, después veré si sigo. Pero no tengo vocación de eternidad. Los presidentes anteriores se murieron en el cargo: José González, Romio y Bisbal. Yo no quiero eso. Mi idea es mejorar las cosas para que el próximo que venga encuentre todo mucho mejor de lo que lo encontré yo.

LA FIESTA DE LOS 100 AÑOS
-Quedó inconclusa la Fiesta de los 100 años de la FAB, para la cual incluso hasta se vendieron entradas cuyo dinero jamás se devolvió. ¿Pensás hacerla en algún momento?
-Sí, yo fui uno de los damnificados. Pagué y nunca me devolvieron nada. Pero sí, claro, me parece una necesidad y obligación moral hacerla. Son 100 años. Ya hasta estaba reservado el salón de Raúl Zaccardi, el dueño de Diquint, donde hacen ustedes en la UPERBOX la fiesta de los Premios Firpo. Igual habrá que volver a hablar con Raúl, seguramente.

-¿Y lo del Libro de los 100 años de la FAB? Fue otro proyecto que está terminado, escrito, molestamos a muchos colegas que colaboraron desinteresadamente, y quedó en la nada. Incluso hubo Federaciones Nacionales y entidades mundialistas que aportaron dinero. Sin embargo con la pandemia también quedó en la nada y tengo entendido que con esa plata se pagaron sueldos.
-No estaba al tanto, pero si es como vos decís, por supuesto que lo reflotaremos. Tal vez se pueda pedir colaboración política para la edición del libro, porque esto pasaría a ser de Interés Nacional, Deportivo y Cultural. Siempre va a haber en un año electoral algún diputado interesado.

EL SPONSOREO
-¿El tema sponsoreo, marketing, etc, cómo lo ves? Ediliciamente la FAB está como si estuviese abandonada. Se quedó en el tiempo. Y siendo una casa tan particular como vos decís en el mundo, en un deporte madre como el boxeo, con tanta gloria, no puede ser que esté así.

-Nuestro único sponsor hoy en día es TyC Sports.

Y SONNOS, los guantes.
-Sí, SONNOS. Pero si bien es una gran ayuda, nos proveen de guantes, ropa, y nos visten el ring en cualquier lugar del país, pero no entra plata de eso. Y no podemos pagarle a los acreedores con ropa. La idea es formalizar un contrato que permita el ingreso de dinero a la Federación y que también contemple las aspiraciones de la marca.

¿Y las Fechas FAB?
-Así como se está manejando, no es un negocio para nosotros, porque lo que se firmó quedó desactualizado por la inflación. Lo que antes parecía bueno, ahora no lo es, porque nos aumentaron los gastos fijos, así que amerita una revisión. Con las veladas semanales, por ejemplo, nos pasó lo mismo. En el nuevo contrato –que antes eran anuales- por suerte pudimos incluir una cláusula de revisión a los 6 meses. Y por otro lado, quisiera apuntar a elevar más las programaciones, dándole más participación en el armado de peleas a la Comisión de Boxeo Profesional.

-Perdón, ¿y Chandón? ¿Y el Casino Buenos Aires? Aparecen como sponsors en esas veladas, ¿pero aportan algo?
-No sé nada sobre eso. No pude ver aún los números finos. En esta que viene me voy a interiorizar bien sobre eso a ver cómo es el tema, y de todo lo demás, a ver si es viable.

-Nosotros, los periodistas, además de que no nos acreditan más que por invitaciones sin saber con qué criterio ni a través de quién, aún no sabemos si es TyC Sport, la FAB, o ambos los responsables. ¿A quién pertenece la organización, siendo que no hay promotores? Alguien tiene que hacerse cargo.
-Legalmente es la FAB.

-¿Pero quién de la FAB? ¿El presidente? ¿Las paredes? ¿El secretario? ¿El Jefe de Prensa? Si te pregunto a vos, que recién asumís, seguramente no sabés nada. Y en este tiempo en que estaba Molina, ni se lo pregunto porque sé perfectamente que tampoco sabía ni de la programación, ni de las entradas, ni de la prensa.
-No. Hay dos personas que manejan eso, que es un secreto a voces porque todos saben que son Lautaro Moreno y Guillermo Carpintero. Hay mucho que hablar y acordar. El negocio nos tiene que cerrar a todos, porque si no la responsabilidad es de la FAB gratuitamente.

-Si pasa algo, se accidenta o muere un boxeador –Dios no lo permita-, ¿a quién le reclaman? ¿Quién se hace cargo?
Hay un seguro que contratamos que se hace cargo.

-Eso es en lo económico. ¿Pero la cara visible ahí, para preguntar algo, para dirigirse a alguien, para solucionar lo que sea? Parece no haber nadie, o solamente hay para lo que conviene atender.
-Son cosas que están pendientes. Por eso, como te dije, la idea es mejorar y corregir cosas, y si no conviene, lamentablemente no correrá más.

LO REGLAMENTARIO
-¿En cuanto a lo reglamentario, habrá modificaciones?
-Se están estudiando una serie de cambios con la idea de adaptarnos al resto del mundo, pero creo que eso hay que hacerlo a conciencia y evaluarlo bien.

-Lo del medio punto, haberlo sacado -en mi criterio- fue un error, porque servía para diferenciar un round parejo de otro donde había dominio notorio.
-Sí, tal vez ahí nos apuramos un poco. Debió haberse consultado mejor y recabar más opiniones.

-¿La regla de las tres caídas y la cuenta de pie, es otra de las cosas a observar?
-Es una de las diferencias con el resto del mundo que están planteadas. Pero esta vez no nos apuraremos.

-Tanto una como la otra de nuestro reglamento actual son superadoras, porque buscan proteger al boxeador, que es a lo que se tiende. Habrá entonces que debatir con quienes piensan lo contrario y argumentar con criterio.
-Estamos de acuerdo.

-Hubo hace poco una denuncia de corrupción en una velada de diciembre pasado que está en el Tribunal de Disciplina. Un soborno a jueces en una pelea de la hija del Sapito Rojas, que finalmente –y casualmente- ganó, pero según dicen los presentes, inmerecidamente. ¿Procederá eso?
-Sí, estoy al tanto, pero el Tribunal estuvo de Feria primero, y después en febrero, todavía con mucha gente de vacaciones, cuesta arrancar. Ahora estamos en marzo, el Tribunal se reunirá pronto, recabará datos y evaluará. Tenemos que darle el descargo a todos los actores y es difícil probar eso. Lo único que necesitamos es que si pasó, no pase más, y que los malos fallos sean producto de alguna mala noche, que todos tenemos.

Foto: Robi Cobe / Facebook.

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